Uno de los versos que más me gustan es Romanos 12:1, que se refiere al «culto racional» (expresión utilizada por RVR 1960 y NBLA 2019). Aunque me parece que nunca es mencionado, ¡vaya que el libro de Raúl Zaldívar parte de esta premisa!
Desde el inicio rompe el esquema tradicional y se mantiene así hasta el final, donde se puede leer:
"Lo que sí debe quedar suficientemente claro es que no existe misticismo en la Biblia y que sus redactores usaron sus criterios para hacer la heurística y luego la redacción de sus escritos. Fue la Iglesia, posteriormente, la que tuvo que analizar y valorar dichos escritos para considerarlos dentro o fuera del canon bíblico." (Anexo 2, p.190)
Pero a continuación añade:
"De esta manera dejar sentado que los libros canónicos tanto del AT como del NT son el resultado de un trabajo de redacción minucioso e inteligente donde el elemento humano juega un papel importante y que, en ningún momento, demerita el carácter sagrado que puede tener un libro." (Anexo 3, p.191)
El caso paradigmático es el Evangelio de Lucas 1:1-4 (NBLA 2019):
"(1) Por cuanto muchos han tratado de poner en orden y escribir una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas, (2) tal como nos las dieron a conocer los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra, (3) también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo, (4) para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas."
Y esta actitud racional de Lucas no resta un ápice al carácter inspirado del evangelio.
Este enfoque es saludable. Sin embargo, de él no puede desprenderse que nunca haya habido estados de misticismo porque, simple y llanamente, Dios es soberano.
Terminado de leer el 05.02.2023, altamente recomendable.
Zaldívar, Raúl. Las fuentes que dieron origen al Nuevo Testamento, Barcelona, Editorial CLIE, 2020