El premio Nobel va soltando supuestas escenas que, transformadas por el proceso creador, servirán a Dostoievski para elaborar Los Endemoniados. Si bien aparece el nombre del autor ruso y otros reales, y el eje de la historia será Nechaev y su grupo asesinando a un partidario arrepentido (en este caso, Pavel, el hijastro de Fiódor Mijáilovich), lo cierto es que dichas escenas no se condicen con la realidad. No es, pues, una novela histórica o biográfica.
Son datos que el autor sudafricano manipula y le sirven de pretexto para reflexionar, por ejemplo, sobre la relación padre - hijo, tanto en su sentido filial como en lo que significa la brecha generacional en materia política, utilizando el marco pre - revolucionario; o para averiguar cómo llega uno a transformarse en terrorista, cuál es esa razón, espíritu o sentimiento que transforma a las personas en seres capaces de considerar a sus semejantes en meros instrumentos de un fin supuestamente superior.
Coetzee, J.M. El maestro de Petersburgo. Debolsillo, Barcelona, 2003 (p. 271).
Coetzee, J.M. El maestro de Petersburgo. Debolsillo, Barcelona, 2003 (p. 271).
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