06 abril 2012

Neguijón

Con humor, el autor nos hace un inventario de la cultura y erudición del Siglo de Oro, escrito con elegancia (a veces utilizando un lenguaje intencionalmente ampuloso). "Neguijón es un recorrido imaginario por España y América en los tiempos del Quijote, porque me hacía ilusión sugerir que la mariposa hispanoamericano del realismo mágico alguna vez fue un gusano barroco español (p. 157). Y es eso, pero también mucho más.

Para empezar, neguijón es el gusano escurridizo que ocasiona las caries, y si bien hasta ahora ningún dentista de la época ha podido exhibir un ejemplar, todos los tratadistas y especialistas hablan de él y los efectos perjudiciales que ocasionan en esas sufridas gentes que ven perder sus piezas dentales en la incesante búsqueda del gusano.

A partir de ahí se nos muestra la ciencia de su momento, que después puede convertirse en simples absurdos.
"[...] pues como había dilucidado fray Luis de Granada en el capítulo XXX de su Introducción del símbolo de la fe, a través de la nariz se purgaban las flemas engendradas en el cerebro por culpa de los malos pensamientos y los sueños pecaminosos." (p. 27-28)
"En la Summa y Examen de Chirugia del portugués Antonio Pérez, Utrilla había leído que los neguijones podían ser atrapados si la muela era reventada con presteza, pero el cirujano mayor de la Armada Invencible jamás prendió a un neguijón ni dio noticias de su forma, tamaño o color." (p.49-50)
¿Por qué no pensar que la ciencia de hoy día no será mañana un absurdo? De hecho lo vemos en las mismas noticias sobre la medicina o cirujía plástica, que trocan en error lo que hace tan solo diez años era sabiduría. Idolatrar, pues, todas esas sesusadas exposiciones que pareciera encarar nuestra ignorancia y hacernos parecer superticiosos, carece de sentido, pues mañana pueden ser simples patrañas.

La novela no sería soportable ni de buen gusto sino fuera por la prosa brillante del autor, aderezadas con todo tipo de humor:
"---Soy don Iñigo de Tomares, de la orden de los templarios.
  ---¡Me cago en los templarios, escoria de las caballerías, hez de la cristiandad, república de mamacallos, barragana de los moros, bujarrones de los turcos y putos sodomitas que os corrieron a mojicones de Tierra Santa con una berza en todo el culo!
  ---¡Lo de la berza es mentira, caballero mío!" (p. 60-61 / p. 71)

Para el gusto de los lectores, las referencias literarias al Quijote abundan, como cuando nos hace recordar los primeros ejemplares que llegan a América Latina y especialmente a Perú (p. 52), información que ya nos había proporcionado Aurelio Miró Quesada S. en Cervantes, Tirso y el Perú, Editorial Huascarán S.A., Lima, 1948, a quien yo, particularmente, estoy agradecido, pues me dio la idea inicial para el cuento No una sino muchas vidas, segundo lugar en el concurso Inca Garcilaso de la Vega, organizado por el Ministerio de Educación y el diario El Comercio en el 2006.

Al final, el autor nos presenta la biblioteca del Neguijón; esto es, la larga relación de libros citados a lo largo de la novela. Algunos son conocidos. Otros no (por lo menos por mí). ¿Son libros reales o imaginarios? Desde Borges, o más atrás, desde Cervantes, o más atrás, desde los libros de caballerías; esas relaciones ya no se pueden creer.

IWASAKI, Fernando. Neguijón. Alfaguara, Madrid, 2005, páginas 170.

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